Estaba entusiasmada como reina en los caminos. Yo que nunca hasta ahora de mi barrio había salido. Estaba ejercitando una garganta desprolija, fue un chiste, fue la vida o una mueca del destino. Estaba empezando a preguntarme cosas raras. ¿Qué busca la gente cuando uno sólo canta? Será la necesidad de no sentirse nadie, soy uno más de ellos y menos uno en casa. La vida dibujó una sonrisa en mi cara y en un minuto triste la borró como si nada. Estaba jugando a extender mi único sueño, mi sangre despertaba en el crepúsculo del día. Estaba debatiendo entre la gloria y tropiezo, si era buen amante, tormentoso, callejero. Estaba despidiendo viejas penas en la vida, estaba descubriendo el valor de la dulzura. Si era apasionada, o una tonta de atropellos. Si tenía fundamentos o era pura espuma. En un país de heridas, donde nunca se las cierra, dormimos todos juntos sobre penas nuevas. La luna va al eclipse y el sol se queda solo, y al viejo laberinto le cuesta abrir la puerta.
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