martes, 15 de noviembre de 2011

Hombres... que se vayan al choto.

Todos los hombres sobre la faz de la tierra me tienen las bolas bien llenas. Sí loco, no puedo ir en paz por la calle. Es verdad cuando dicen que todos los hombres son iguales. Son todos pajeros. No hay otra palabra que los describa mejor, esa abarca por completo su ineficiente intelecto. Desde los albañiles, los que van por la calle, los que están en los autos, los camioneros, los de la estación de servicio, los del mecánico, los del lavadero de autos, los de enfrente, los de la esquina, los cartoneros, los de la basura, todos. No hay uno que te pueda dejar en paz. Y es mentira eso de que te suben el autoestima, a mi me lo baja hasta el piso. No me da ningún tipo de gracia que pase un chabón por al lado y te diga: "hermosa, mmm". Me hace acordar a Homero cuando decía "MMM rosquillas". Nana, los flacos son unos pelotudos. Te dicen cosas como: "cada día más linda". Y lo peor de todo es que sabes que es mentira, y te lo dicen para romperte las pelotas. Porque el chabon no tiene ni la mas puta idea si estás linda o no, lo único que su cerebro puede llegar a captar es que tenes gomas y eso les alcanza para saber que sos mujer y pueden romperte los huevos. Hoy en día estoy cansada, y un simple toque de bocina me basta para empezar a putiar a cada uno de los familiares de todos los hombres pajeros que existan. Más allá de que a esta altura del año a todos nos molesta absolutamente todo. También están los que te mandan una rima, los que se zarpan sin ninguna carpa, los que te invitan a ir con ellos, los que te joden porque quieren verte la cara de molesta, en fin, hay banda de cosas que te pueden decir, y hasta te digo que se van renovando. Pero los que más me molestan a mi, son los albañiles de mi cuadra que están hace mas de una eternidad "construyendo" el hotel que se va a terminar el día que boca no sea amargo (osea, nunca). Me tienen las pelotas infladas de una tal manera que algún día saco el arma y no me responsabilizo de lo que pueda ocurrir después. ¿Viste cuando decís, que se vayan al choto? Bueno, que se vayan al choto.

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