Algunas noches soy fácil, no tengo límites. Tiempo atrás lo salpicabas todo con tu encanto, te he visto reducir mujeres al llanto y a la fortuna despreciar, hoy rayas el mediodía casi descocido, sos un flamenco con el ala herida, con la intemperie te arropas, como yegua derramaba su esplendor. Éramos salvajes, sin frenos para el amor, y en la misma fantasía se fundía y se reía de los dos. Hoy, quizá la sutileza me guardo un rescate, me fui avivando en otro par de escapes, me vine sabia en boicotear. Con el tiempo fui aprendiendo a ser robot, era programable en cuestiones del amor. Perdida estoy, como yegua se reía de los dos.
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