Contra una pared dejé pintados, nuestros nombres enlazados. Salpicados con el aerosol, junto a una leyenda que decía: escapemos de esta vida, viva el che y los rolling stones. Y me alejé de ti, suerte que te perdí. Fuimos como una tribu de salvajes, defendiendo con coraje lo que dicta el corazón. Y me alejé de ti, suerte que te perdí. Fuiste tan dulce nene, pero a la vez perverso. Y te seguí los pasos hasta que tu locura me comenzaba a destruir.
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