sábado, 23 de junio de 2012

Resucitando.

Hoy, un día 23 de junio del 2012, vuelvo a respirar. Los miedos no me amargan más, puedo volver a apoyar la cabeza en la almohada y descansar sin tener que maquinar la cabeza a lo loco. Despues de 363 días sin vida, resucito. Así, como la vida existe, como el cielo es azul, River volvió a donde pertenecía. El club de mis amores, mi más grande pasión, volvio a la A, a primera. Por un día, sin analizar la propuesta futbolística, lo que mas quiero es festejar. Festejar lo que todos los hinchas millonarios esperamos por un año eterno. Gracias a mis amigos, mi familia, mis conocidos, a todos ellos por bancarme en esta.

Gracias a mi vieja porque me contuvo el 26/6/11, porque siempre tuvo palabras de aliento, porque me quería hacer entender que era solo un juego y que había cosas peores. Porque no entendía bien todo el fanatismo y la locura que yo le tengo a River, pero igual me abrazó y me secó las lágrimas siempre que lo necesité. Porque hoy vino, me dio un abrazo, y al oído me dijo: "ya está". Gracias a mi viejo porque se aguantó los partidos conmigo, porque podemos charlar aunque seamos de distintos cuadros, porque me cumple todos los caprichos de River, porque él tampoco me entiende pero me aguanta, porque me enseña, porque me explica, porque me calma y me baja los humos, porque me tira la posta, porque vivió el ascenso de hoy como propio. Gracias a mi hermano: porque ver un partido con él es la muerte, te pone más nerviosa de lo que estás, pero las puteadas son tan ingeniosas que te cagas de risa. Porque no está de acuerdo con festejar, porque es muy calentón, porque me discute siempre en todo y me lleva la contra, porque me subestima, porque piensa que esto que siento se me va a pasar, pero que igual de vez en cuando me llama y me dice "no viste el golaso que metió trezeguet" y la sonrisa le invade en la cara. 
Gracias a Jeni porque es hincha de River como yo, porque me peleo siempre con ella y no nos ponemos de acuerdo, pero al final amamos a River de la misma forma. Porque River es todo para nosotras, porque en eso nos entendemos muy bien. Gracias a Eva porque se tuvo que aprender todos los cantitos de River y escucharse toda la historia de Cavenaghi de atrás para adelante, y de adelante para atrás. Porque se aburre un montón cuando le hablo de River pero igual me escucha. Porque estuvo ahi en los malos momentos. Porque cuando tenía tantos sentimientos reprimidos se los tenía que gritar a alguien, y se los gritaba a ella. Gracias a Agus porque el tema de conversación de las 24 hs es River y nada más que River. Porque todo me hace acordar a River. Porque yo sé que soy muy pesada a veces con este tema, hasta repetitiva y monotemática. Porque a pesar de ser hincha de boca me escuchaba con paciencia y comprensión. Gracias a Juli, Dani, Pau y Ro porque conocen de mi locura por River, porque se bancaron que cancele salidas por ver un partido de River, porque empezaron a escuchar y conocer jugadores que nunca habían escuchado, porque tienen todo el aguante del mundo, porque me dieron tranquilidad siempre que lo necesite, aunque tambien me comí un par de gastadas. Porque me daban felicidad y me hacían olvidar de este mal momento.
Gracias a mi abuela, abuelo, tío Marce y Eduardo, y Lionel por esas largas charlas en la comida de la noche todos discutiendo, pero que al fin y al cabo terminamos en risas. Porque dicen que "estoy enfermada con River" pero que me bancan en todas.
Gracias a Matias, y a Nacho por ponerme mas nerviosa de lo que estoy siempre, pero al mismo tiempo darme toda la confianza. Porque en este camino que tuvimos que recorrer siempre conte con el apoyo de ellos. Porque esas charlas antes que empiece el partido, esas discuciones en el entretiempo de quién tiene que salir y quien debe entrar, porque para ellos no me llamo mas Daniela, me llamo "gallina". 
Gracias a todos esos hinchas de boca por estar tan pendientes de River como siempre, gracias por haberse alimentado de nuestra caída, gracias por habernos extrañado tanto, volvimos.
Gracias a mi tío Ricardo, a Gabi, Mariano, Ricky y Juan Manuel por ser hinchas fanáticos a muerte como yo de River, porque siempre unidos, porque no hay nada como compartir esta pasión con tu familia.
Gracias a Cata, mi perra, que antes de cada partido la vestía con la camiseta de River, la abrazaba en los goles, le cantaba canciones, la levantaba y la arrastraba por todos lados. 
Gracias a mi abuelo por hacerme hincha de River, por transmitirme esta pasión, estos colores, por hacerme feliz. Gracias por esta banda roja que me cruza el pecho hoy más que nunca.
Gracias a todas las personas que se cruzaron en mi camino en este trayecto.
Gracias a Matías Jesús Almeyda por seguir a pesar de todas las críticas, las derrotas y el sufrimiento. Por poner el pecho en el peor momento de River, porque aunque las cosas no salían siempre como queríamos, no abandonaste. No tiraste la toalla, no te rendiste, no bajaste la cabeza. Gracias por hacerte cargo de todo sin saber nada como director técnico. Gracias por amar tanto a River y llevarlo al lugar que pertenece.
Gracias al plantel. a Cavenaghi y al Chori, porque me enseñaron lo que es tener ídolos de verdad. Porque volvieron por amor a la camiseta a dar una mano cuando mas lo necesitabamos sin ninguna obligación, porque son unos grandes adentro y afuera de la cancha, porque quedaron en la historia de River, porque no nos va a alcanzar la vida para agradecerles tanto amor. Gracias a Trezeguet por recordarnos lo que era la magia, el lujo, por recordarnos lo que era vivir. Porque sin él nada de esto hubiera sido posible, porque es el Rey David. Porque es el francés que siempre voy a amar, porque es el puto amo. Gracias a Cirigliano, Ocampos, Ponzio, Funes Mori, Arano, Bou, Villalva, Vega, Chichizola, Maidana, Gonzales Pirez, Abecasis, Aguirre, Vella, Díaz, Maestrico, en fin, a todo el plantel. Por devolverle la vida y alegría al hincha, por cumplir el objetivo de devolver a River a primera, por poner huevo, por bancarse todas las críticas, por ser tan unidos, por creer en ustedes mismos, por tener la banda roja en el alma. 

Y por último, gracias a River. Gracias a esa institución, a ese Club Atlético. A River Plate, por ser mi razón de ser. Gracias por acompañarme cada día, por ocupar todos mis pensamientos, por ser lo más grande que existe, por darme tanta felicidad y orgullo, porque sos mi manera de ser feliz. Gracias a vos, River Plate, nunca te voy a abandonar. En las buenas y en las malas, mucho más. 

PREPARENSE, VOLVIÓ EL CAMPEÓN DEL SIGLO. 

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