Veneno
En un rincón de las sierras donde arden las estrellas, dejé mi herida abierta en un valle de penas. Casi sin darte cuenta, se te puede enfermar el corazón; cuando uno menos lo espera, el veneno ya está en tus venas. En un río de deshielo, al sol de la mañana, trajeron en un cuerpo a un ángel de montaña. Un par de ojos negros te pueden robar la ilusión y no hay cura ni remedio que te haga ver mejor. La luna y mi suerte rompieron el encanto, perdí mi sueño en la noche que el ángel se hizo diablo.
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