miércoles, 13 de junio de 2012

Veneno

En un rincón de las sierras donde arden las estrellas, dejé mi herida abierta en un valle de penas. Casi sin darte cuenta, se te puede enfermar el corazón; cuando uno menos lo espera, el veneno ya está en tus venas. En un río de deshielo, al sol de la mañana, trajeron en un cuerpo a un ángel de montaña. Un par de ojos negros te pueden robar la ilusión y no hay cura ni remedio que te haga ver mejor. La luna y mi suerte rompieron el encanto, perdí mi sueño en la noche que el ángel se hizo diablo.

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