¿Por qué me desespera tanto que te incendies la cara? ¿Por qué busco salir corriendo de la frivolidad? Será que el fabricante de modas para esta semana, el que te responde todas, no te convenció. Siempre te está subiendo la fiebre porque no ves la puerta, la salsa de los que tienen poco pero bailan igual. Siguen sonando así, sonando rocanroles. Porque esta vida no es un pulgar y solo en tu tapa siempre va la verdad. Y ahora que jugamos nosotros, que miramos de afuera, nosotros que limamos solvencias sin teatralizar. Hay cuanta gloria, cuanto triunfo de impostores en nuestra cara. Cuanto necio en su derrota, espiando por la mirilla de vanguardia.
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