De un amigo no esperamos ni dinero, ni contactos, ni pulseras para un vip, ni que se rían si no fuimos graciosos, ni que nos palmeen la espalda, ni alabos en voz alta, ni que nos den siempre la razón. Lo único que esperamos es que estén ahí, cuando necesitemos una crítica sincera, un abrazo que nos cura de llorar. Nunca acabaría de dar las gracias por todo lo que me dan: compañía, apoyo, comprensión y presencia. Por brindarme la oportunidad de tener a mi lado alguien en quién confiar, con quién divertirme y soñar. Y pido perdón por todo, por no ser a veces tan buena amiga, por haber faltado alguna vez mi lealtad, ayuda, comprensión o apoyo. En verdad me arrepiento de todos los errores que haya separado mi amistad con alguien. Siempre mis amigos fueron algo importante y especial, y lo siguen siendo. Forman parte de mi vida, sentimientos, decisiones y emociones. Mi cariño por ellos es muy grande, ellos se lo ganaron a pulso con su especial forma de ser y de entregar su amistad. Si pasé por tantas cosas juntos, buenas y malas, que hacen crecer la amistad. ¿Existe el amigo perfecto? Solo nuestro corazón lo sabe. Supieron día a día ganarse mi confianza, hacerse compañeros en los malos momentos y compinches en las alegrías. En este mundo de indiferencia y envidia, nadie mas que ellos supieron regalarme una de sus sonrisas. Tuve momentos de gran desesperación en los que su mano salvadora llegó justo a tiempo, o solo sus palabras de aliento para que no cayera. ¿No les pasa de tener nostalgias cuando miran hacia atrás? ¿No se acuerdan de los buenos momentos juntos? Ojala todo pase y solo pueda guardarme esos buenos momentos. Tener un amigo es saber que no estas solo en el mundo, es tener una persona que te salve de la desolación, una persona que realmente le importas.
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