miércoles, 22 de junio de 2011

Realmente, admiro el poder de las series. ¿A quién no le gustaría vivir en una?. En una de esas que son en Estados Unidos... Donde están todos buenos y los protagonistas son adolescentes eternos.
Me gustaría vivir como en las series que miro. Sentarme al lado de la ventana y que me pegue el sol en la cara, preocupada por algún caso sin resolver. Algún asesinato o de esos problemas que ocurren en las series. Casualmente los adolescentes no suelen preocuparse por el colegio, siempre tienen algo fuera de lo estudiantil que les agobia. Eso está bueno. Y mirar las nubes de algún pueblecito de esos que son chiquitos. Algún estado que nadie conozca, que tienen a la entrada un cartel que indica el nombre y la cantidad de habitantes. En esos pueblos en los que se conocen todos, y siempre hay algún misterio. Y pensar, y pensar, y pensar... tener la vida dramática e interesante que tienen todos los personajes de las series y/o novelas... al fin y al cabo, ¿quien no quiso alguna vez tener una vida de novela? Si existen o no, no sé. Pero que se le va a hacer.


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